Investigaciones han identificado que la exposición prolongada a dispositivos digitales en la primera infancia puede afectar el desarrollo de habilidades sociales y lingüísticas. Por ejemplo, un estudio de la Universidad de Canterbury observó que niños entre 2 y 8 años que utilizaban pantallas por más de 90 minutos diarios mostraban habilidades sociales y lingüísticas más débiles, además de un mayor riesgo de obesidad y problemas de comportamiento.
🤔 Asimismo, un estudio japonés publicado en JAMA Pediatrics encontró que niños varones que usaban pantallas por al menos dos horas diarias a los 12 meses tenían tres veces más probabilidades de ser diagnosticados con trastorno del espectro autista (TEA) a los tres años, en comparación con aquellos con menor exposición
🚨Especialistas como la psicóloga Mayra Gaiato advierten que, aunque las pantallas no causan autismo, su uso excesivo puede afectar el desarrollo de habilidades sociales y lingüísticas en niños pequeños. Reducir el tiempo frente a las pantallas puede mejorar estos síntomas en algunos casos.
⚠️Por otro lado, el neuropediatra Anderson Nitsche señala que el exceso de pantallas puede inducir comportamientos repetitivos y dificultades para socializar, similares a los del autismo, especialmente en niños con predisposición genética