
El chamamé es un género musical y de danza tradicional del noreste de Argentina, especialmente asociado a la provincia de Corrientes, aunque también se escucha en otras provincias como Misiones, Formosa, Chaco y Entre Ríos. Su origen es una mezcla de influencias culturales, combinando elementos indígenas, europeos y afroamericanos, que se fue desarrollando durante el período colonial.
Orígenes del chamamé
El chamamé tiene raíces en la música y danza de los pueblos guaraníes, quienes ya poseían sus propias expresiones culturales. Con la llegada de los colonizadores españoles y los misioneros jesuitas en el siglo XVII, se introdujeron instrumentos europeos como la guitarra y el violín. Sin embargo, uno de los aportes más significativos fue el acordeón, traído por inmigrantes europeos, particularmente alemanes y polacos, a fines del siglo XIX y principios del XX, que se convirtió en el instrumento emblemático del chamamé.
Evolución del género
Durante el siglo XX, el chamamé comenzó a popularizarse en toda la región del Litoral argentino. En sus inicios, era una música asociada a los ámbitos rurales y a las celebraciones familiares y comunitarias. Con el tiempo, fue adquiriendo un carácter más urbano y masivo, llegando a las grandes ciudades. El chamamé empezó a ser grabado por músicos profesionales y difundido a través de la radio.
Uno de los impulsores del chamamé fue Mario del Tránsito Cocomarola, un músico correntino que con su acordeón y composiciones, como “Kilómetro 11”, ayudó a consolidar el género como una expresión cultural argentina.
Chamamé hoy
El chamamé se ha mantenido como una parte fundamental de la identidad cultural del Litoral argentino. En 2020, la UNESCO declaró al chamamé como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, reconociendo su importancia en la vida de las comunidades de la región y su capacidad para unir a personas de diferentes culturas.
Este género sigue siendo popular tanto en sus formas tradicionales como en nuevas fusiones con otros estilos musicales, y es celebrado cada año en festivales, como la Fiesta Nacional del Chamamé en Corrientes, que atrae a miles de personas.